
PATRONES DE ENTIERRO EN TUCUME
Una de las lecturas más importantes sobre el pasado se realiza a partir de los patrones de enterramiento de las poblaciones. Los estudios en Túcume indican que se pueden definir tres épocas de ocupación: Lambayeque, Chimú e Inca entre el siglo X y el siglo XVI. A través de todo este largo tiempo prevaleció con mucha fuerza el viejo patrón Moche de la región, que acostumbraba inhumar a los difuntos en posición decúbito dorsal con la cabeza orientada hacia el sur. Esta antigua costumbre continuó siendo conservadoramente mantenida por la población de Túcume inclusive hasta la época Chimú e Inca. Aunque es importante señalar que durante este último período, se hizo muy popular la costumbre de enterrar a los muertos sentados y flexionados.
Entierro de época Chimú dentro de una tumba con postes de algarrobo. El personaje está acompañado por un niño cerca de los pies, a los costados un camélido (Lama glama), “crisoles” cerámica fina y ollas. Tenía conchas, Spondylus en el abdomen, y el cuello adornado con collares de chaquiras y un medallón de cobre, así como una pequeñanariguera de oro y un instrumento de madera largo rematado en una punta roma de cobre. A pesar de la época aún conserva la vieja tradición Moche de enterramiento.
EL A RTE MURAL DE HUACA LAS BALSAS
Pequeño montículo que se ubica en el extremo Suroeste del complejo, tiene 7 fases constructivas superpuestas, todas ellas decoradas con motivos míticos y complicados ritos que los conmemoran. El tema central es de naturaleza marina: aves y olas, hombres ave y aves míticas en actitud de remar sobre una embarcación con redes de pesca rodeados de peces y aves marinas. Tal como ocurre en otros sectores, este lugar de tanta importancia religiosa está asociado también con un sector residencial y doméstico que incluía una cocina, habitaciones y un corral para llamas.
Relieves correspondientes a la Fase VI de Huaca de las Balsas. Nuevamente el tema de un personaje ornitomorfo en forma ondulante.
EL TEMPLO DE LA PIEDRA SAGRADA
Los lugares con exclusivas funciones religiosas fueron pequeños, un ejemplo de ello es el templo de la Piedra Sagrada, fue llamado así por el descubrimiento en su interior de un piedra traída del Cerro La Raya enclavada en la parte central y flanqueada por banquetas laterales. La puerta sólo permite el acceso de una sola persona, habiéndose encontrado el soporte de madera en el umbral del acceso que indica claramente un sistema de cierre.
Este templo debió ser de mucha trascendencia, debido a las ofrendas que allí se encontraron: centenares de objetos de cobre plateado en miniatura, con representaciones muy diversas, desde instrumentos musicales, hasta elementos de flora, fauna, ornamentos, vajilla, armas, vestido, calzado, hamacas, sombrillas, remos e instrumentos varios, además de miniaturas en tejido, abundantes fragmentos de cerámica, entierros de llamas, muchas de ellas bastante tiernas, conchas marinas, polvos de concha y otros de colores varios. Su importancia se deriva por el hallazgo de entierros humanos, varios con huellas inequívocas de sacrificio. Fue tanta la importancia de esta piedra sagrada, que cuando llegaron los conquistadores Chimú y los Incas después, realizaron algunas remodelaciones y depositaron valiosas ofrendas en señal de respeto. Estos últimos hicieron sacrificios humanos acompañados de ofrendas que la iglesia del imperio cuzqueño solamente enviaba hacia los centros religiosos de mayor importancia: el Coricancha en Cusco, el Templo del Sol de Pachacamac o los santuarios de altura como Ambato en Arequipa o Cerro Plomo en Chile. Son figurillas de plata o de concha, vestidas con uncus los varones o con finas mantas de lana y algodón las mujeres, sujetadas con tupos de plata y cobre, algunas con tocados de plumas y asociadas con entierros humanos a ambos lados de la entrada del templo. Este es uno de los pocos casos en la costa norte, que brinda información valiosa de la religiosidad lambayecana, definitivamente, los contextos que muestra son un caso único en la arqueología norteña.
EXCAVACIONES EN HUACA I
Huaca I es una de las principales edificaciones del sitio arqueológico que presenta la forma característica de las pirámides truncas lambayecanas. El ingreso se realizaba mediante una extensa rampa de aproximadamente 100 m. de largo y luego zigzagueaba hasta llegar a la cima. Tiene además un anexo adosado hacia su lado este que se prolonga en la forma de una enorme plataforma alargada. Huaca I fue asiento del poder político local y estuvo en funcionamiento hasta la época Inca.
Hay evidencias de su destrucción mediante un incendio, especialmente de los volados que caracterizaban su fachada, destrucción que muy probablemente ocurrió en el momento de abandono de la ciudad alrededor del año 1533 con la captura y muerte del Inca Atahualpa en Cajamarca. El aporte de las excavaciones en la parte superior de Huaca I se puede resumir en lo siguiente:
Las pirámides sirvieron como residencia de los señores locales rodeados de una servidumbre de élite. Existen testimonios de cocinas y acumulación de desperdicios, depósitos, habitaciones con banquetas y hornacinas.Existieron espacios de mayor importancia religiosa, por ello los muros eran decorados con motivos marinos pintados o hechos en relieves de barro.
Existieron por lo menos tres grandes épocas de construcción (una sobre otra) desde (1200a 1532). Estas épocas, están relacionadas con una gran actividad ceremonial y de construcción colectiva que congregó a una numerosa población en los alrededores del monumento.
Hubo contactos regionales importantes: se encontraron restos de semillas de palmáceas de Selva Baja, conchas de Spondylus procedentes de Ecuador y cerámica de estilo Cajamarca costeño. Esta cerámica luce un peculiar estilo que sintetiza expresiones Lambayeque y Cajamarca, y expresa la fuerte relación de la que formaron parte un sistema de caminos y un intenso tráfico comercial.
EL SISTEMA DE DEPÓSITOS
Uno de los descubrimientos más interesantes de Huaca I ha sido la llamada Sala de los Depósitos. Estos depósitos son de 1.5 m3de capacidad y debieron recibir bienes suntuarios propios de la nobleza y los ritos religiosos. En los espacios excavados hemos descubierto restos de finos tejidos, borlas y muchas semillas de “amalas” (Nectandra s.p.)
actualmente usadas por los curanderos locales. Este recinto tenía una estructura ceremonial construida en su lado oeste con el muro exterior acampanado, un volado característico que debió repetirse en la fachada de las grandes pirámides. Hasta la fecha se conservan varias hileras de madera de algarrobo o sus huellas en varios edificios de la ciudad. Este es un caso único en la arquitectura lambayecana.
EL TRABAJO COLECTIVO
Los señores de Túcume movilizaban a diversas comunidades de tributarios para el trabajo colectivo en las grandes obras públicas: canales de irrigación, campos de cultivo, edificios religiosos, etc. En la construcción de las pirámides, estas comunidades dejaban testimonios de su aporte marcando los adobes con un código que los identificaba. Este trabajo de mit´a se realizó con el aporte de alimento por parte del estado y en un ambiente festivo con música, libaciones y ofrendas a los dioses.
Las excavaciones arqueológicas han registrado la zona de preparación del mortero para los adobes, como las huellas del tejido impregnadas en el barro (de las mantas que se usaban para su transporte), huellas de pies de niños y llamas en los morteros de las construcciones, acumulación de astillas del trabajo con la madera de algarrobo y las construcciones temporales para las actividades de construcción con abundantes desechos de comida y fogones.
Este sistema de trabajo colectivo tiene en los adobes marcados una de las evidencias arqueológicas más importantes. Cada una de las comunidades dependientes de los señores locales, debía marcar con un signo determinado los adobes producidos que eran de este modo contabilizados para efectos administrativos de la fuerza de trabajo.
HUACA LARGA
El edificio de adobe más extenso del sitio, de la costa peruana y probablemente en el mundo. Sus dimensiones son : 700 m. de largo, un promedio de 280 m. de ancho y alrededor de 30 m. de altura. Como su nombre lo indica, se trata de una extensa plataforma con una serie de grandes patios y plazas, que presentaban banquetas y hornacinas en los muros laterales protegidos por galerías techadas. Los muros lucían pintura mural en colores rojo, blanco y negro, estos patios están intercomunicados con corredores y rampas. Destacan algunas plataformas menores y recintos con restos de las columnas que formaron la estructura de los techos. Su acceso principal se encuentra hacia el norte y se comunica con caminos amurallados que proceden del valle hacia el este.
Este edificio presenta tres épocas bastante bien definidas. Las construcciones más antiguas son Lambayeque y se encuentran en un nivel más profundo, cubierto por gruesos rellenos de las posteriores construcciones Chimú. Estas construcciones se caracterizan por el uso de adobe plano convexo y muros enlucidos de color verdoso. Al ejercerse la conquista Chimú, se amplían los patios y se extienden los límites del edificio hacia la base del Cerro La Raya. En la plataforma central se construye un templo decorado con pintura mural que representa a un ave en picada siguiendo un patrón ajedrezado. Este es el Templo del Ave Mítica
Algunos de los grandes espacios hacia el oeste del patio central fueron utilizados como áreas de cocina, en las cuales se han recuperado gran cantidad de desperdicios de alimentos vinculados al consumo de elite: mariscos, peces, carne de camélido y abundante fruta.
Del mismo modo, identificamos espacios alargados y extensos, con techos soportados por columnas de madera de algarrobo cubiertas por una capa de caña sobre la cual se agregaba una gruesa capa de barro. Estos techos cubren banquetas largas y corredores estrechos y se asocian a pequeños recintos en un nivel más alto con pisos limpios, sin huellas de fogones o de uso doméstico y con una banqueta. Este contexto puede indicar áreas de talleres de artesanos, con unidades de control y administración.
Cuando llegan los Incas, Huaca Larga fue sin duda el centro del poder político, por eso deciden establecerse allí, simbolizando la nueva conquista de Lambayeque en el centro urbano más importante. Testimonio de esta presencia, son varios edificios hechos en piedra, reutilizando los amplios patios y demás sectores. Las áreas de cocina aunque son remodeladas, continúan en el mismo lugar. Predominó la dieta de carne de llama con abundante ají y menor cantidad de pescado y mariscos. En la plataforma central, cubriendo el Templo del Ave Mítica Chimú, los Incas construyeron un nuevo edificio, con dos habitaciones hacia el norte y dos hacia el sur. Los muros presentaban hornacinas grandes y finos enlucidos de barro gris.
El TEMPLO DEL AVE MITICA
Se ubica en la plataforma central de Huaca Larga, ha recibido este nombre debido al hallazgo de pintura mural con representaciones de un ave en picada. Esta construcción fecha la ocupación de conquista de los Chimú hacia el año 1375.Las plazas, patios y plataformas importantes también estuvieron decoradas con el motivo del ave sagrada, símbolo por excelencia de esta región hasta la época colonial.
EL EDIFICIO INCA
Construido sobre el Templo del Ave Mítica. Tiene cuatro habitaciones rectangulares, intercomunicadas con tres corredores. Dos de ellas se ubican hacia al norte y dos hacia el sur. El acceso hacia este ambiente sagrado debió ser por el lado Noreste en donde encontramos vestigios de una rampa que comunicaba al edificio con la plaza norte de Huaca Larga. Los cuatro recintos están construidos en piedra traída de Cerro La Raya y enlucidos con barro fino de color gris sin pintura. Cada una de las piezas tenía hornacinas amplias y todo el edificio fue cubierto con un techo de vigas de algarrobo y caña. El recinto tuvo una fase final de remodelación que sella las hornacinas y ensancha algunos de los muros. La altura de los muros fue de casi 3 m.
LOS ENTIERROS INCA
Un conjunto de 22 fardos funerarios fueron descubiertos en el recinto Inca. Tres de ellos de sexo masculino, enterrados de manera individual, fueron encontrados en el recinto R 1 ubicado hacia el noreste. En el recinto R 3 ubicado en la posición Suroeste fueron descubiertos 19 fardos de sexo femenino enterrados en 5 grupos. Estos entierros fueron realizados haciendo pozos que rompen el piso del templo, no tienen ninguna arquitectura especial, luego fueron cubiertos por tierra. Esto indicaría que fueron realizados de manera apresurada, ya que en el caso de Huaca Facho de Túcume, tumbas de élite Inca fueron construidas con arquitectura masiva incluyendo grandes muros de piedra con enlucido, hornacinas y horcones de algarrobo en las esquinas que soportaron un pesado techo de vigas de algarrobo.
En general, las fosas de enterramiento de las mujeres, sugiere un sacrificio colectivo que honró la memoria del personaje principal enterrado en el recinto R1.
EL PERSONAJE PRINCIPAL INCA DE HUACA LARGA
Antes del abandono de la ciudad, sus ocupantes dejaron testimonio de una espectacular ceremonia: Se realizaron las ceremonias del entierro de un gobernante local, acompañado por dos varones y 19 mujeres. Su corona, pectoral y orejeras de plata, además de su tocado de plumas y un gorro con borlas de color rojo que pendían sobre su sien izquierda, son testimonio de su alto rango y pertenencia a la realeza. Este personaje murió alrededor de los 30 años, tuvo mucha inserción muscular, fue de contextura fornida. Su hueso frontal tenía cicatrices de las heridas que debió sufrir como guerrero. Además su nariz tiene el tabique nasal roto y desviado. Es probable que por sus méritos tuviera el privilegio de recibir del estado Inca las insignias de su realeza y mando en la región
LOS INCENDIOS DE HUACA LARGA
El edificio Inca sufrió dos momentos de incendios durante el proceso de su abandono: el primero ocurrió luego de culminar los entierros rituales de las tejedoras, y se practicó con los primeros objetos del relleno procedentes de un cementerio utilizado dramáticamente para cubrir el edificio Inca. Por ello, esta primera quema debió ser de naturaleza ritual y destruye muchos objetos de madera, textiles, metal, cerámica, restos humanos y de animales destinados a sepultar el edificio. Antes de ser rellenado completamente, ocurrió una fuerte lluvia que inundó los recintos de manera desigual ya que algunos se encontraban casi totalmente cubiertos. Otros, especialmente los dos recintos del lado este fueron inundados por el agua de lluvia, originando posteriormente la rápida destrucción de los tejidos de los fardos funerarios de las mujeres en el recinto R 3. Luego de la fuerte lluvia, siguió inmediatamente otra etapa de relleno hasta lograr cubrirlo todo. Es en este momento en que se produce el segundo incendio ritual utilizando especialmente la madera del techo y es el que origina la coloración rojiza de la parte superior de los muros del recinto. Concluido esto, se continuó con la destrucción e incendio de los techos en los patios, plazas y demás recintos de Huaca Larga y varios de los edificios de la ciudad incluyendo el Templo de la Piedra Sagrada.
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